Me he ido. Un día como cualquier.
Me levante, me vestí en silencio.
Tome la guitara y mi cartera.
Deje las llaves en la mesa,
y la puerta abierta.
No tuvo duda, ni remordimientos,
solo me fui, vacío.
Algo se me había perdido
en el camino.
Dormías como los miles de noches
que habíamos compartido.
Mi corazón lateaba al ritmo de tu respiración.
Era demasiado pronto
para que los madrugadores se despertaran,
Y ya tarde por encontrarse a un fiestero por la calle.
Camine 15 horas sin parar. Me dormí.
Espero despertarme proximamente.
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